martes, 1 de junio de 2010

Sobre el arranque y el título

Por lo general en muchas de las cuestiones que hacen a mi vida cotidiana, lo que más me cuesta es arrancar. Levantarme a la mañana, el estudio en todas sus formas, cocinar, son algunas de las cuestiones fundamentales en las cuales el arranque siempre se demora. Pero una de las peores cosas en las que el arranque siempre está ausente, es en la escritura. Cualquier tipo de escritura me resulta "inarrancable".
En vista de mi indesición e incapacidad para arrancar a escribir, y dado que este es un espacio que se caracteriza por contener solo caracteres, decidí que para innaugurarlo, para arrancar con este blog, me la iba a jugar poco y nada, e iba a describir las razones por las cuales mi diario semi público se llama "creo en mirar a los ojos". Sin más, paso al quid de la cuestión.
Dice la canción "Todavía me emocionan ciertas voces, todavía creo en mirar a los ojos, todavía tengo en mente cambiar algo, todavía y a Dios gracias todavía". Estas palabras, que fueron parte de mi infancia, hace poco volvieron. Volvieron de la mano de un grupo de gente que de un tiempo a esta parte se cargó al hombro la enorme tarea de desenmascarar las incongruencias, la funcionalidad y en muchos casos la maldad detrás de muchos de los que hoy se abogan la propiedad del tan tristemente célebre "cuarto poder". Me las trajeron de vuelta, pero hoy, con un par de años más encima, las entiendo mejor. Y no porque entienda las razones que motivaron al autor a escribirlas, sino porque yo les di significado. Este nuevo significado se lo puedo dar hoy, y solo hoy, porque es lo que me rodea hoy lo que las carga de significado: es hoy, porque hoy me toca vivir en carne propia la vuelta de la esperanza, que se lleva por delante el "fin de la historia" que auguraban hace no mucho los mismos que hoy quieren frenar de cualquier forma el hecho de que la historia volvió; es hoy, porque hoy veo estos vientos de cambio acompañada de personas que sueñan lo mismo que yo, y que por eso se ganaron mi confianza ciega y mi lealtad; es hoy, porque hoy tengo la alegría y la responsabilidad de haber encontrado a alguien que hizo que esas palabras de la canción de Baglietto tuvieran otro nuevo significado, porque esas palabras, con solo hacerles una pequeña variación, resumen mucho de lo que hoy me pasa gracias a él, por él y con él: "Todavía me emocionan ciertas voces, todavía creo en mirar a los ojos, todavía tengo en mente cambiar algo, todavía y a vos gracias todavía".
Es por todo esto que hoy puedo decir que de todavía me emocionan ciertas voces, todavía creo en mirar a los ojos y todavía tengo en mente (por suerte) cambiar algo. Y es por esto también que me comprometo, por mucho que me cueste a veces, a seguir arrancando.

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