Años pasaron desde que podíamos estar la tarde entera en Plaza Javi (?) festejando el día del amigo. Creo yo que festejamos juntas casi todos los días del amigo. A pesar de que por momentos estábamos más o menos cerca, era casi religioso ese plan los 20 de julio de todos los años. Con una y otra pasé los últimos 9 años de mi vida; las dos fueron mis compañeras de ruta; con las dos pasé horas y horas de Cortázar, fiestas, Mataderos, Flores, Reinas, Bariloche y semipresenciales; las dos me segundearon en los momentos más necesarios, me mostraron cuando la estaba pifiando, me felicitaron cuando hice algo bien, me dijeron lo que quería escuchar y lo que no quería también, porque las dos me dieron siempre la sinceridad que solamente los compañeros en serio pueden dar. Ambas siempre toleraron que sea una cursi bárbara. Con las dos me peleé cuando fue necesario, para después arreglarnos bien bien arrepentidas. De ese mundo de gente que uno conoce entre los 13 y los 18 años, que va decantando y decantando hasta que solo quedan los mejores, ellas dos quedaron, y hasta hoy siguen molestando (y yo a ellas).
Esta cerda y esta peruca, son de las mejores amigas que tuve y tengo. Más les vale a ambas, que me sigan queriendo.
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